Encuadernación

Hay personas para las que lo principal es que su obra tenga una presentación impecable. Para otras, sin embargo, lo importante es que esté en la calle, sin importar el aspecto. Por eso, en ebediziones hemos desarrollado tres métodos de encuadernación distintos. Los presentamos desde el que históricamente se ha considerado el "menos profesional" hasta aquel en el que la gente suele pensar cuando habla de un "libro".

Primer método: encuadernación con grapa.

Encuadernación con grapa
Este método consiste en doblar las cuartillas impresas y previamente impuestas junto a la portada, de modo que queden como un "cuadernillo". Después, se colocan dos grapas (con una también queda bien pero no es lo que dicta el canon (y nosotros seguimos lo que dicta el canon en todas sus formas)) y se corta la parte sobresaliente del borde exterior con una guillotina. El resultado que se consigue es barato y cómodo de transportar, aunque no es recomendable para libros demasiado voluminosos.



Segundo método: encuadernación con hilo.

Encuadernación con hilo
Este método es similar al primero pero se suele ubicar más arriba en la jerarquía estética de la sociedades occidentales, es decir, es más bonito. Consiste en coser con un hilo de un cierto grosor el cuadernillo, dando entre dos y cuatro puntadas, lo que permite encuadernar libros de más páginas que el sistema de grapas (aunque no demasiadas). Por contra, es mucho más laborioso. Al final se corta la rebaba exterior, como en el otro sistema. También hay que hacer notar que este método produce unos libros más duraderos.

Tercer método: encuadernación a mano.

Encuadernación a mano
Y por fin, el libro, una de nuestras instituciones más queridas. En este proceso, cortamos las cuartillas por la mitad tras imprimirlas (con una guillotina) y después encolamos sobre una portada de calidad mucho mayor que las anteriores. Esto entraña un proceso largo y complejo que comporta el uso de diversos instrumentos y prolongados tiempos de espera para que la cola seque. Sin embargo, el resultado vale la pena: un libro compacto, bonito y duradero. Con todo, el proceso artesanal implica que cada libro puede tener sus pequeñas particularidades. Puede ser plastificado o sin plastificar.